lunes, 25 de abril de 2016

Magro de cerdo con tomate




Hoy os traigo una receta suuuper fáciiiil. ^^ 
Cariño come todos los días en el trabajo, así que tenemos que pensar en comidas que sean ¨fáciles¨ y variadas. Muchas veces como soy así de decidida no tengo ni pajotera idea de qué hacer para comer, pero el otro día me acorde de la carne de cerdo con tomate que hace mi madre, es rápida y te saca de algún apuro y vas a terminar mojando pan XD.

Ingredientes:

700gr de Magro de cerdo (es lo que venia en el paquete, que para dos personas esta bien y nos sobra)
2 o 3 Tomates
½ pimiento rojo (puse medio porque era un señor pimiento, podéis poner uno entero)
1 cebolla 
Sal
Pimienta
Azúcar
Aceite 
½ vaso de agua
1 chorrito de vino blanco.


Preparación:

Salpimentamos la carne y la ponemos a freír, cuando la tengamos lista la apartamos.



Picamos la cebolla y el pimiento y lo ponemos a freír, es lo que más tarda, cuando veamos que la cebolla esta casi esta lista, añadimos los tomates troceados, ponemos sal y una pizca de azúcar para quitar el amargor del tomate. Mezclamos todo el sofrito y cuando la cebolla este pochada lo retiramos del fuego.



Pasamos el sofrito por la batidora para hacer nuestra salsa, como soy un poco ¨especialita¨ con la comida (no me gusta la cebolla y mucho menos encontrarme cachos PUAGG XD) lo paso por el colador (chino o pasa purés si tenéis) pero si a vosotros os gustan con los cachitos (quedara con grumitos) lo podéis dejar así sin problema.



Ponemos la carne con la salsa en una olla o sartén y lo mezclamos bien, le añadimos el medio vaso de agua y lo dejamos cociendo hasta que casi se evapore el agua, le ponemos ya el chorrito de vino blanco, lo movemos y cuando veamos que la salsa ha espesado que ya no esta liquida, tenemos nuestro Magro de cerco con tomate listo!!!!


De primero hicimos arroz blanco y en menos de una hora, teníamos la comida lista :D

Espero que os saque de algún apuro como a mi, en un día que no tenéis ni idea de qué cocinar.

miércoles, 13 de abril de 2016

cosas que me molestan de la gente




Hay muchas cosas que me indignan, demasiadas diría yo, creo que al final me voy a convertir en tiquismiquis profesional, o cascarrabias, que igual esta es la palabra adecuada. Seguro que me saldrá una úlcera con los años. Hasta me indigno con ciertas series de televisión (de humor), pero no os voy a contar todas, aparte porque no acabaría jamas este post, es porque no quiero crear polémicas, que el blog no trata de esto. Pero hoy os vengo hablar de la gente y su falta de empatía y convivencia social.

Han sido muchos años los que me he pasado trabajando cara al publico, esto a provocado que me fije demasiado en el comportamiento de la gente y he llegado a la conclusión que vamos a nuestra PUTA BOLA. Nos da lo mismo quién tengamos al lado, enfrente, detrás, encima o debajo. Voy a intentar no poner muchos casos de cuando era dependienta, eso lo dejaré para otro capítulo. Pensaréis que os pongo ejemplos tontos, que no son para cabrearme, pero así me desahogo con vosotros y podéis conocer mis manías un poco más XD.

¿Os habéis cruzado alguna vez en el metro con esa gente que se sienta a tu lado con las piernas bien abiertas, porque consideran que sus huevos son más importantes que el resto de personas y se come todo tu espacio? Yo sí, muchas veces cuando iba al trabajo. En serio ¿qué problema tenéis entre las piernas? ¿No veis que los asientos no son el sofá de tu casa y tienes una persona al lado? Para que no se coma mi espacio personal (que eso sí que lo llevo mal, que me invadan) he abierto más las piernas, me he movido en el asiento, le he dado un leve empujón con mi pierna para que se dé cuenta y aún así nada de nada. Las personas que estábamos a su lado al final éramos como dos cochinillas echas bola para que sus huevos fueran bien cómodos, no vaya a ser que por nuestra culpa se le monte uno encima del otro. Si llamas la atención a la persona igual le molesta que ahora parece que encima no puedes abrir la boca.

Gente que se encuentra justo al lado de las escaleras mecánicas, y allí, con un par, se plantan a hablar sin dejar pasar a la gente. No se mueven cuando les pides pasar y que cuando por lógica se llevan un empujón se quejan ¿no se pueden poner un pelín a un lado? Será que no hay espacio en una estación de metro para poder hablar, abrazarte, besarte, o lo que te salga de las narices. No cortes el paso de la gente, tan difícil es ver que ESTORBAS. Pero de estos hay muchos en la calle: las abuelitas con los carros de la compra, o matrimonios con los carritos de los bebes. Me dan ganas de gritarles, ¡PÓNGANSE MÁS EN EL MEDIO, QUE AHORA SALTO PARA PASAR!, porque no te creas que se mueven, es como «buscate la vida que yo estaba aquí antes y si no puedes pasar te jodes».
La gente que cuando vas a salir del vagón, intentan entrar antes de que salgas, ¿dónde esta lo de dejan salir antes de entrar? Que el metro no se va a ir mientras este saliendo gente coño, un poco de  EDUCACIÓN. Te meten unos empujones que no son normales, y cuando les dices algo como quien oye llover, pasan como de comer mierda, UFFF empiezo a calentarme solo de pensarlo jajajajajajaj.

O los que llevas al lado en el autobús, que se ponen a buscar cosas en mochilas o bolsos y sin importarle nada. Comienzan a darte codazos que terminas pegada contra el cristal, para que pueda rebuscar bien, que igual no le dejamos mirar con tranquilidad por estar a su lado… ya le miras mal y es cuando se da cuenta que igual el codo debería metérselo en el puto culo.

Lo más divertido, es cuando tienes que viajar y en el tren te toca la familia numerosa, que están tan acostumbrados a los berridos de sus maravillosos hijos que creen que el resto también lo estamos. Para distraerlos les ponen una tablet, móvil, portátil o cualquier cosa que reproduzca video con canciones infantiles, que eso esta muy bien. Parece que piensan un poquito en el resto de gente que va en el tren, peeeroo los niños se ponen a cantar lo mas alto que le permiten sus cuerdas vocales. Nadie les dice nada y tú pareces una desalmada que no comprende a esa familia y se esta cagando en ellos el resto de viaje. La culpa de esa situación no es de los niños que al fin y al cabo son críos, es de los padres. En un viaje que hicimos, nos toco una familia a la que les parecía graciosísimo lo que hacían los niños jugueteando con unos cinturones de seguridad para las sillas de ruedas. Montando un escándalo de la leche y encima QUERÍAN QUE LO REPITIESEN y los papas y abuelos riendo. Cuando bajamos del tren nuestras caras debían ser puro odio, que la madre al final comento: «Uy creo que hemos hecho demasiado ruido» ¡¿Y SE DA CUENTA AHORA?! Que ya teníamos cara de perro hacía una hora...

Realmente no acabaría nunca de escribir sobre esto. Me estoy alargando demasiado, estos son los ejemplos mas light, que probablemente os parezcan tonterías. Seguro que os contaré muchos más otro día, como por ejemplo, dar indicaciones a esa gente que no sabe lo que es una ducha y nos ¨regala¨ su olor corporal a todos cuando vamos en el trasporte publico. Esas señoras que entran a comprar y hay que dejarlo todo para atenderlas a ellas aunque tengas una cola enorme en la caja… Que todo esto da para hablar en muchas más entradas.

Si hay algo que os molesta y queréis contarnos no os cortéis y comentad en el blog, porque espero no estar sola en estas quejas, o terminaré pensando que la rara soy yo, que todo me molesta XD. Pero me gustaría que todos tuviéramos un poco más de empatía hacia el resto de gente que nos rodea y no hagamos cosas que no nos gustaría que nos hicieran.

domingo, 3 de abril de 2016

Relatos:Ojos negros





Otra noche más con la misma pesadilla,esa angustia, el sudor frío por todo el cuerpo, la misma hora en el despertador, sentir que me falta el aire, no consigo saber por qué sueño con ello, de nuevo me relajo y consigo coger el sueño. 
Tuve esa pesadilla por primera vez a los cinco años, desde entonces odio la oscuridad, odio dormir sola, aprieto los ojos lo más fuerte que puedo, como si eso me salvara de aquellos ojos negros que me miran fijamente, estamos tan cerca el uno del otro que puedo notar su calor corporal, me miran con ira, siento que quiere hacerme algo malo, pero no es real, no puede tocarme ni cogerme, me retumba el corazón en la cabeza, mi respiración se para , se me paraliza el cuerpo de puro terror.
Pero esta vez es diferente, esta vez al despertar, esos ojos negros me miran llenos de ira, lo tengo justo delante y no hay forma de escapar.