miércoles, 31 de agosto de 2016
Tristeza
La cama, se ha convertido en mi mejor amiga, la almohada, en mi confidente y las sábanas, las que me abrazan y me dan cariño.
Aquí me siento segura, estoy protegida de todo el daño y el dolor que siento.
No quiero ver la luz del sol, a oscuras en mi habitación, nada ni nadie me hace daño, siento paz y tranquilidad. Mis lágrimas intentan recomponerme, las oigo hablar, para que me levante y comenzar a caminar sola de nuevo. ¿Pero para qué? Aquí estoy bien, no tengo que fingir, no tengo que sacar fuerzas. Realmente quiero entrar en el agujero negro, no quiero salir.
Las palabras de ánimo de mi entorno no ayudan, no confió en nadie, me siento pequeña, como una diminuta mota de polvo, no veo la luz al final del túnel, pero sinceramente, tampoco quiero verla, quiero que todo pase, no quiero ver a nadie.
Quiero llorar, quiero que me dejen llorar, no hay vuelta atrás, no se si algún día esto pasará, pero ahora estoy rota, y no veo que me pueda arreglar, no existen operaciones para recomponer un corazón roto que de momento no tiene intención de curar la herida.
lunes, 6 de junio de 2016
Otra visión de Ojos negros. ¿nueva sección?
¿Os acordáis del relato pequeñito que hice de Ojos negros? Pues os cuento, cuando Cariño lo leyó, como buen crítico, me dijo que no le había gustado demasiado, que él lo habría hecho de otra manera, y eso hizo.
Ayer me lo enseñó y me gustó, además se me ocurrió algo para hacer en el blog, ya os explicaré más detenidamente, pero para que os hagáis una idea, básicamente será escribir un relato corto y cada uno lo leamos y partiendo de ese relato corto, crear nuestra historia, o enfocarlo con nuestro toqué o nuestra visión de como quedaría el relato. No solo serán mini relatos míos, si no que también podéis pasarme alguno vosotros, así la gente que quiera participar (YO QUIERO XD) podrá darle otra vuelta y así seguro que salen historias muy buenas.
Bueno os dejo con el relato de Luis (Cariño en el blog XD)
Todo comenzó como una pesadilla. En ella estaba en mi cama, la habitación estaba oscura. No veía nada, pero podía sentir que había algo escondido. Me esforzaba por ver algo, y poco a poco conseguí ver las formas de la habitación, todo gris, muy tenue. Y entonces lo vi. Es difícil de explicar. Solo distinguía dos ojos negros, pero era un negro que brillaba, un negro que se puede distinguir en la oscuridad. No podía ver qué había detrás de esos ojos negros, pero estaban clavados en mi.
Los ojos comenzaron a acercarse a mi cama. Intenté tirarle algo pero no podía mover mis brazos. Llegó hasta mis pies, intenté darle una patada, pero mis piernas no respondían. Se seguía acercando lentamente hacia mi. Y no consigo moverme, no entiendo porqué. Se acerca y no me puedo mover, no consigo levantar las rodillas. Ya está por medio cuerpo, no consigo poner las manos delante para protegerme. Se acerca y no me puedo mover, ¡no me puedo mover! Intento girar la cara, no quiero verlo, pero tampoco puedo. Está a escasos centímetros de mi cara. Mi último esfuerzo es en cerrar los ojos, tampoco funciona. Algo me obliga a ver como esos ojos negros, tan negros que brillan en la oscuridad se acercan hasta juntarse con los míos.
En ese momento me desperté de la pesadilla. Fue un descanso, pero tenía la necesidad de mirar todo en la habitación, estaba oscura, igual que en el sueño, y los ojos negros seguían allí. Esos ojos negros, tan negros que brillan en la más absoluta oscuridad. Fue lo último que vi. Lo último que escuché, que sentí. Desde entonces todo es negro para mi, no he vuelto a tener respuesta de ningún sentido. No sé que me ha pasado, si esto es la muerte, pero mis pensamientos siguen estando, no paro de darle vueltas a esa pesadilla donde vi por primera vez los ojos negros.
lunes, 30 de mayo de 2016
La conocí en el autobús
Hay gente que nace con algo especial, que con solo mirarle una vez, sabes que quieres estar cerca, que trasmiten buen rollo, que llama la atención con una sonrisa, quieres escuchar todo lo que diga con decir nada más que una palabra, no pretende ser el centro de atención pero siempre lo es.
Pues eso me paso cuando conocí a Lucía, la primera vez que la vi. Fue en el autobús que cogíamos siempre para ir al trabajo. Estuvimos medio año coincidiendo sin hablar, hasta que un día comenzó a darme los buenos días. El primer día que me lo dijo me sorprendió un poco, nunca pensé que se hubiera fijado en mi. No se porque debía extrañarme al fin y al cabo cogíamos el mismo trasporte todas las mañanas y algunas tardes también nos encontrábamos.
Poco a poco fuimos entablando una amistad, nos contábamos cosas del trabajo, de nuestras familias, nuestros hobbies, intercambiamos los teléfonos, cuando nos pasaba algo por lo que no íbamos a poder vernos esa mañana, nos mandábamos mensajes.
Pasados unos meses terminé sintiendo algo por ella, y no era nada raro, si no fuera porque era la primera vez en mi vida que me sucedía algo así, no enamorarme, sino enamorarme de alguien de mi mismo sexo.
Al principio me sentía extraña y le daba muchas vueltas, pensaba que probablemente tan solo sentía cariño, si la conociérais como yo, sabríais que era fácil que esto pasara. Los primero días me lo negaba a mi misma. Cuando salía de fiesta, intentaba ligar con tíos, una noche me lie con un chico, cuando nos besábamos mi cabeza pensaba en Lucía, imaginando que eran sus labios. Me emborrachaba tan solo para no pensar en ella, me miraba en el espejo y me decía a mi misma que eso se me pasaría, que tan solo la había cogido cariño por como era. Mi carácter empezó a cambiar como si estuviera enfadada con el mundo, incluso algunos días salia antes de casa para que no coincidiéramos.
Pasaban los días y era tontería intentar negarlo, tenía ganas de verla en todo momento, me ponía nerviosa cuando estábamos cerca, sentía las típicas cosquillas en el estomago cuando me rozaba, no podía dejar de pensar en ella, me acordaba de su perfume cuando no nos veíamos, Muchas veces me sentía ridícula por sentir todas estas cosas. Viendo que era imposible negar que me había enamorado de una chica, pensé que era una tontería mi comportamiento, si hubiera sido un chico no habría hecho tantas estupideces para negar mis sentimientos ¿qué hay de malo en querer y amar a una persona?
No estaba segura si ella sentiría lo mismo, aunque ya nos conocíamos más que suficiente, nunca habíamos hablado de nuestros gustos sobre chicos o chicas, así que en principio decidí callarme y no decirle nada sobre mis sentimientos.
Pero una vez más Lucía iba a sorprenderme, estando en el trabajo recibí un mensaje suyo, que necesitaba verme y hablar conmigo, me citaba en una cafetería donde algunas veces habíamos estado antes de volver a casa.
Estaba de los nervios ¿Qué quería contarme? ¿La habría pasado algo? ¿notaria algo en mi comportamiento? Llegué después que ella, cuando la vi sentada esperándome comenzaron los nervios de verdad, me temblaban hasta las pestañas y las manos no me paraban de sudar.
Me senté frente a ella, estaba cabizbaja, como si le diera vergüenza mirarme. Le agarré las manos consiguiendo que me mirase a los ojos y una bonita sonrisa brotó de su cara.
Y entendimos todo sin ninguna palabra. A veces las palabras no son necesarias y otras no son suficientes, no soy capaz de describiros con palabras lo feliz que me sentí en ese momento.
sábado, 7 de mayo de 2016
Relato: Recuerdos.
Llega el verano y con él las noches calurosas. Me pongo melancólica en noches así, ver a la gente paseando o en algún banco comiendo pipas, o con helados que les refresque. Da igual dónde viva ahora, cómo sea mi vida en estos momentos, estas noches siempre me recordarán a mi adolescencia.
Me trasporto a la casa de mis padres, a mi habitación, con sus posters, sus fotos con los amigos, se escucha de fondo la televisión del salón, con la única preocupación de qué haría al día siguiente, qué cosas viviría y disfrutaría. Esas noches con su olor especial, un ambiente que no soy capaz de explicar, de paz, de tranquilidad. Escuchando a los grillos, los aspersores que riegan la hierba, podía cerrar los ojos y era capaz de notar esa humedad, el césped haciéndome cosquillas en los brazos, el cuello, notar la humedad en la ropa, cómo se me eriza el vello, ese olor tan especial de verano que entraba por la ventana, siempre lo tendré en mi memoria.
Recuerdo sentarme en la terracita de mi habitación con los cascos, mientras miraba el cielo cubierto de estrellas, con mi cuaderno y mi bolígrafo, imaginarme y escribir millones de historias diferente, mundos increíbles, imaginaba también cómo sería mi futuro, cómo iba a ser mi vida dentro de unos años.
Todas esas pequeñas cosas, esas noches de verano, me hacían sentirme libre, feliz, sin miedo a nada. Daría cualquier cosa, lo que sea, por vivir una vez más una de esas noches que yo sentía mágicas y maravillosas y que cada verano vuelvo a recordar y sentirlas en mi piel.
lunes, 25 de abril de 2016
Magro de cerdo con tomate
Hoy os traigo una receta suuuper fáciiiil. ^^
Cariño come todos los días en el trabajo, así que tenemos que pensar en comidas que sean ¨fáciles¨ y variadas. Muchas veces como soy así de decidida no tengo ni pajotera idea de qué hacer para comer, pero el otro día me acorde de la carne de cerdo con tomate que hace mi madre, es rápida y te saca de algún apuro y vas a terminar mojando pan XD.
Ingredientes:
700gr de Magro de cerdo (es lo que venia en el paquete, que para dos personas esta bien y nos sobra)
2 o 3 Tomates
½ pimiento rojo (puse medio porque era un señor pimiento, podéis poner uno entero)
1 cebolla
Sal
Pimienta
Azúcar
Aceite
½ vaso de agua
1 chorrito de vino blanco.
Salpimentamos la carne y la ponemos a freír, cuando la tengamos lista la apartamos.
Picamos la cebolla y el pimiento y lo ponemos a freír, es lo que más tarda, cuando veamos que la cebolla esta casi esta lista, añadimos los tomates troceados, ponemos sal y una pizca de azúcar para quitar el amargor del tomate. Mezclamos todo el sofrito y cuando la cebolla este pochada lo retiramos del fuego.
Pasamos el sofrito por la batidora para hacer nuestra salsa, como soy un poco ¨especialita¨ con la comida (no me gusta la cebolla y mucho menos encontrarme cachos PUAGG XD) lo paso por el colador (chino o pasa purés si tenéis) pero si a vosotros os gustan con los cachitos (quedara con grumitos) lo podéis dejar así sin problema.
Ponemos la carne con la salsa en una olla o sartén y lo mezclamos bien, le añadimos el medio vaso de agua y lo dejamos cociendo hasta que casi se evapore el agua, le ponemos ya el chorrito de vino blanco, lo movemos y cuando veamos que la salsa ha espesado que ya no esta liquida, tenemos nuestro Magro de cerco con tomate listo!!!!
De primero hicimos arroz blanco y en menos de una hora, teníamos la comida lista :D
Espero que os saque de algún apuro como a mi, en un día que no tenéis ni idea de qué cocinar.
miércoles, 13 de abril de 2016
cosas que me molestan de la gente
Hay muchas cosas que me indignan, demasiadas diría yo, creo que al final me voy a convertir en tiquismiquis profesional, o cascarrabias, que igual esta es la palabra adecuada. Seguro que me saldrá una úlcera con los años. Hasta me indigno con ciertas series de televisión (de humor), pero no os voy a contar todas, aparte porque no acabaría jamas este post, es porque no quiero crear polémicas, que el blog no trata de esto. Pero hoy os vengo hablar de la gente y su falta de empatía y convivencia social.
Han sido muchos años los que me he pasado trabajando cara al publico, esto a provocado que me fije demasiado en el comportamiento de la gente y he llegado a la conclusión que vamos a nuestra PUTA BOLA. Nos da lo mismo quién tengamos al lado, enfrente, detrás, encima o debajo. Voy a intentar no poner muchos casos de cuando era dependienta, eso lo dejaré para otro capítulo. Pensaréis que os pongo ejemplos tontos, que no son para cabrearme, pero así me desahogo con vosotros y podéis conocer mis manías un poco más XD.
¿Os habéis cruzado alguna vez en el metro con esa gente que se sienta a tu lado con las piernas bien abiertas, porque consideran que sus huevos son más importantes que el resto de personas y se come todo tu espacio? Yo sí, muchas veces cuando iba al trabajo. En serio ¿qué problema tenéis entre las piernas? ¿No veis que los asientos no son el sofá de tu casa y tienes una persona al lado? Para que no se coma mi espacio personal (que eso sí que lo llevo mal, que me invadan) he abierto más las piernas, me he movido en el asiento, le he dado un leve empujón con mi pierna para que se dé cuenta y aún así nada de nada. Las personas que estábamos a su lado al final éramos como dos cochinillas echas bola para que sus huevos fueran bien cómodos, no vaya a ser que por nuestra culpa se le monte uno encima del otro. Si llamas la atención a la persona igual le molesta que ahora parece que encima no puedes abrir la boca.
Gente que se encuentra justo al lado de las escaleras mecánicas, y allí, con un par, se plantan a hablar sin dejar pasar a la gente. No se mueven cuando les pides pasar y que cuando por lógica se llevan un empujón se quejan ¿no se pueden poner un pelín a un lado? Será que no hay espacio en una estación de metro para poder hablar, abrazarte, besarte, o lo que te salga de las narices. No cortes el paso de la gente, tan difícil es ver que ESTORBAS. Pero de estos hay muchos en la calle: las abuelitas con los carros de la compra, o matrimonios con los carritos de los bebes. Me dan ganas de gritarles, ¡PÓNGANSE MÁS EN EL MEDIO, QUE AHORA SALTO PARA PASAR!, porque no te creas que se mueven, es como «buscate la vida que yo estaba aquí antes y si no puedes pasar te jodes».
La gente que cuando vas a salir del vagón, intentan entrar antes de que salgas, ¿dónde esta lo de dejan salir antes de entrar? Que el metro no se va a ir mientras este saliendo gente coño, un poco de EDUCACIÓN. Te meten unos empujones que no son normales, y cuando les dices algo como quien oye llover, pasan como de comer mierda, UFFF empiezo a calentarme solo de pensarlo jajajajajajaj.
O los que llevas al lado en el autobús, que se ponen a buscar cosas en mochilas o bolsos y sin importarle nada. Comienzan a darte codazos que terminas pegada contra el cristal, para que pueda rebuscar bien, que igual no le dejamos mirar con tranquilidad por estar a su lado… ya le miras mal y es cuando se da cuenta que igual el codo debería metérselo en el puto culo.
Lo más divertido, es cuando tienes que viajar y en el tren te toca la familia numerosa, que están tan acostumbrados a los berridos de sus maravillosos hijos que creen que el resto también lo estamos. Para distraerlos les ponen una tablet, móvil, portátil o cualquier cosa que reproduzca video con canciones infantiles, que eso esta muy bien. Parece que piensan un poquito en el resto de gente que va en el tren, peeeroo los niños se ponen a cantar lo mas alto que le permiten sus cuerdas vocales. Nadie les dice nada y tú pareces una desalmada que no comprende a esa familia y se esta cagando en ellos el resto de viaje. La culpa de esa situación no es de los niños que al fin y al cabo son críos, es de los padres. En un viaje que hicimos, nos toco una familia a la que les parecía graciosísimo lo que hacían los niños jugueteando con unos cinturones de seguridad para las sillas de ruedas. Montando un escándalo de la leche y encima QUERÍAN QUE LO REPITIESEN y los papas y abuelos riendo. Cuando bajamos del tren nuestras caras debían ser puro odio, que la madre al final comento: «Uy creo que hemos hecho demasiado ruido» ¡¿Y SE DA CUENTA AHORA?! Que ya teníamos cara de perro hacía una hora...
Realmente no acabaría nunca de escribir sobre esto. Me estoy alargando demasiado, estos son los ejemplos mas light, que probablemente os parezcan tonterías. Seguro que os contaré muchos más otro día, como por ejemplo, dar indicaciones a esa gente que no sabe lo que es una ducha y nos ¨regala¨ su olor corporal a todos cuando vamos en el trasporte publico. Esas señoras que entran a comprar y hay que dejarlo todo para atenderlas a ellas aunque tengas una cola enorme en la caja… Que todo esto da para hablar en muchas más entradas.
Si hay algo que os molesta y queréis contarnos no os cortéis y comentad en el blog, porque espero no estar sola en estas quejas, o terminaré pensando que la rara soy yo, que todo me molesta XD. Pero me gustaría que todos tuviéramos un poco más de empatía hacia el resto de gente que nos rodea y no hagamos cosas que no nos gustaría que nos hicieran.
domingo, 3 de abril de 2016
Relatos:Ojos negros
Tuve esa pesadilla por primera vez a los cinco años, desde entonces odio la oscuridad, odio dormir sola, aprieto los ojos lo más fuerte que puedo, como si eso me salvara de aquellos ojos negros que me miran fijamente, estamos tan cerca el uno del otro que puedo notar su calor corporal, me miran con ira, siento que quiere hacerme algo malo, pero no es real, no puede tocarme ni cogerme, me retumba el corazón en la cabeza, mi respiración se para , se me paraliza el cuerpo de puro terror.
Pero esta vez es diferente, esta vez al despertar, esos ojos negros me miran llenos de ira, lo tengo justo delante y no hay forma de escapar.
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